“Manitas” es una palabra que utilizamos habitualmente para referirnos a las personas que son muy habilidosas a la hora de realizar trabajos manuales, generalmente pequeñas reparaciones, reformas e instalaciones en el hogar así como otros pequeños trabajos. Y esas personas disponen de ciertas habilidades, mucha práctica y siempre tienen ganas de aprender nuevas técnicas en albañilería, fontanería, en el montaje de muebles e incluso en otras tareas. ¿No les pasa que se sienten así?
¿A quién no le gustaría ser un auténtico “manitas” y poder arreglarlo todo? Pero lo cierto es que para unirse a este prestigioso club no es suficiente con una enorme caja de herramientas (que es por lo que todos comenzamos) A medida que vayamos incrementando el nivel de dificultad de las tareas, necesitaremos de cosas más específicas y de armar un espacio.
El equipamiento del taller, las habilidades de la persona o el orden a la hora de emprender una reparación son también factores importantes para que todo salga tal y como esperábamos. Aquí van una serie de consejos que comienzan por tener un lugar de trabajo bien acondicionado: el taller.
Equipamiento del taller
Un taller bien equipado es de vital importancia para el profesional o el aficionado que va a pasar varias horas trabajando. Para que este trabajo se haga en las mejores condiciones es necesario equipar bien el taller con mobiliario que se adapte a las necesidades de cada oficio.
- Mesas de trabajo. La mesa de trabajo se suele elegir dependiendo de la tarea que se vaya a realizar: las hay con reposapiés para trabajos sentado, con ruedas, con la altura especial para trabajar de pie y con elementos como cajones, bandejas o repisas.
- Estanterías. Equipa el taller con resistentes estanterías metálicas que se adapten a la carga que vayan a soportar, como las estanterías para almacén, que soportan hasta 975 kilos por balda como los modelos MaxPlus y GalvaPro. En talleres mecánicos se suelen utilizar también las estanterías para neumáticos.
- Sistemas de ordenación. ¿Qué sería de las pequeñas piezas como los tornillos, los clavos y los tacos sin el orden adecuado? La organización tan necesaria en un taller es mucho más fácil con sistemas de ordenación como las cajoneras, cajones y gavetas.
7 imprescindibles en la caja de herramientas
Si bien la caja de herramientas no lo es todo, es una parte muy importante a la hora de reparar y montar. Estas son algunas de las herramientas de las que ni los más habilidosos pueden prescindir:
- Martillo. Existen diferentes tipos de martillos como el de carpintero, americano, para metal y para madera, pero recomendamos introducir en la caja de herramientas también un martillo de plástico, ideal para muebles fáciles de montar. Será un gran aliado para clavar clavos, calzar o romper objetos.
- Destornillador. Nunca falta en una caja de herramientas este utensilio para apretar y aflojar tornillos.
- Taladro. Los agujeros son necesarios en la mayoría de bricolajes y el taladro es su herramienta por excelencia.
- Llave inglesa. Una ayuda fundamental para apretar y aflojar tuercas.
- Alicate. Estas pequeñas tenazas son una herramienta básica en el bricolaje, especialmente para coger y sujetar objetos pequeños o para torcer alambres y similares.
- Cinta métrica. Es la herramienta de medición más básica, que no puede faltar en la caja de todo manitas.
- Selección de piezas. Tornillos, tacos, arandelas, clavos, tuercas, escarpias, chinchetas, varillas, embellecedores…
Consejos para ser un “manitas” de 10
Y una vez que el taller esté equipado y la caja de herramientas llena, quedan todavía unos sencillos consejos para convertirse en un “manitas” de 10.
- Protección. Utiliza los sistemas de protección adecuados para cada uno de los trabajos: gafas, guantes, cascos, portaherramientas o cualquier extra de seguridad que necesites.
- Orden y limpieza. El bricolaje no debe estar reñido con el orden ni con la limpieza. Tener todo a mano y en un sitio localizado facilita enormemente el trabajo. No olvides tampoco cubrir las superficies para manchar lo menos posible y limpiar bien para dejar todo tal y como estaba.
- Aprendizaje y práctica. En el mundo del bricolaje siempre hay nuevas cosas que aprender de la mano de nuestros amigos, familiares, otros profesionales o incluso de libros y vídeos. Y una vez aprendido, ¡es el momento de ponerlo en práctica para perfeccionar la técnica!
Reflexionar antes del “manos de la obra”. Y como último consejo, antes de lanzarte “manos a la obra” reflexiona, mira las instrucciones y toma las medidas necesarias, ¡una medida infalible para que una obra maestra del bricolaje no se convierta en chapuza!