Con este método que vamos a ver hoy es fácil aprender cómo hacer una cortina romana sin costura. Este tipo de cortina o estor es muy decorativa pero requiere hacerse a medida pues debe quedar ajustada al tamaño de cada ventana. Ahora podrán hacer sus propias cortinas romanas de una forma muy sencilla sin tener que usar la máquina de coser o complicarse la vida con varillas o listones de madera. Podemos escoger la tela que más nos guste, comprarla y hacer con ella nuestras cortinas romanas totalmente personalizadas.
Materiales:
- Tela
- Adhesivo para tela
- Cinta métrica
- Tijeras
- Persiana de lamas o veneciana
Lo primero que deberán hacer es tomar las medidas de la ventana o ventanas sobre las que quieres instalar las cortinas romanas. Recuerden añadir 5 cm más en cada dirección para hacer los dobladillos, sumamos las cantidades y calculamos la tela que precisamos.
Colocamos la tela en el suelo o sobre una mesa grande y doblamos 2,5 cm en todo el contorno de la tela. Podemos ayudarnos con una plancha caliente pasándola por encima para que el dobladillo tome la forma y nos resulte más fácil proceder al pegado.
La verdad es que si se nos da bien la máquina de coser podemos usarla, igual hasta cuesta menos, pero con pegamento para tela quedará muy bien y será súper fácil. También se puede usar pegamento caliente del de pistola, cualquier método es válido si están familiarizados con él.
Extendemos la persiana en toda su longitud sobre una superficie plana y vamos cortando los cordones que sujetan las lamas. Sólo hemos de dejar el cordón más grueso que pasa por entre las lamas, será el que usaremos nosotros con la cortina romana.
Quitaremos los topes inferiores de los cordones e iremos sacando todas las lamas que forman la veneciana. Con el mecanismo superior y algunas lamas formaremos el mecanismo y la estructura de nuestra cortina romana.
Tiramos para sacar todo el cordón grueso y asegurarnos así que no se queda ninguna porción dentro del mecanismo. Colocamos el mecanismo sobre el dobladillo superior de la cortina.
Distribuimos las lamas cada 20 cm aproximadamente sobre la tela y pasamos el cordón a través de los orificios. Las lamas apoyarán la parte convexa sobre la tela.
Una vez tengamos el mecanismo y las lamas en posición procedemos a adherirlos a la tela, le damos momentáneamente la vuelta a cada lama y trazamos un cordón de adhesivo para tela, damos la vuelta y apoyamos sobre la tela con cuidado de que el cordón no quede pegado ya que después debe poder deslizarse.
Así hasta llegar al final donde colocaremos la barra inferior de la persiana y pasaremos el cordón. Podemos terminar con un nudo o colocando el remate original de la cortina si se puede volver a usar. Deja que seque bien el adhesivo antes de mover tu cortina y desde luego antes de colgarla, sigue las instrucciones del fabricante al respecto.
Vía: popsugar.com