Hay mil y una maneras distintas de usar las botellas vacías de refresco pero no había visto ninguna tan sencilla e ingeniosa. Es una idea original que aunque sea poca cosa por su tamaño puede realizar un gran número de funciones. Así a bote pronto se me ocurren unos cuantos usos que le podemos dar a este pequeño David: pastillero, salero, especiero y cualquier otra misión similar para la que se requiera un envase hermético y que aguante el agua. Incluso podemos utilizarlo para llevar pequeñas cantidades de artículos de higiene personal para cuando tomamos un vuelo.
La elaboración es muy sencilla y está al alcance de cualquiera. Con verlo ya te puedes imaginar en qué consiste, sí, son dos golletes de botella plástica de refresco con sus tapones correspondientes. Veamos cómo hacerlo.
Materiales:
- Dos botellas plásticas de refresco
- Una sierra
- Un tornillo de banco
- Un sargento
- Pegamento
- Papel de lija o lima
Ya tenemos las botellas, mejor que sean del mismo producto para que los golletes y tapones sean iguales, colocamos el cuello en el tornillo y lo fijamos sin apretar en exceso. Cortamos a ras por debajo del refuerzo que suelen llevar estas botellas.
Ahora ponemos el cuello en posición invertida y repasamos bien con lija la zona por la que hemos cortado hasta tenerla bien definida y libre de rebabas. Repetimos la actuación con otra botella hasta que tengamos listos los dos cuellos de botella.
Aplicamos pegamento a la zona de unión y apretamos con un sargento de carpintero los dos golletes. Dejamos reposar así el tiempo recomendado por el fabricante del pegamento.
Pasado ese tiempo soltamos la pieza del sargento y enroscamos los tapones. Ya tenemos nuestro envase listo para todo lo que se nos pueda ocurrir.
Vía: briangreen.net
4 comentarios
bonne idée, bravo
que pegamento uso?
Hola David, puedes usar un pegamento fuerte como el pegamento universal. Saludos!
Muy bueno y sencillo de hacer….gracias…