Esta pulsera, tan fácil de realizar por cierto, está compuesta por dos materiales que producen un gran contraste. Las perlas y el cuero son tan diferentes y contrapuestos que puede parecer que no vayan a funcionar. Pero nada más lejos de la realidad, forman una buena pareja.
La delicadeza y suavidad de las perlas, aunque sean falsas, resaltan más al encontrarse alineadas entre las dos tiras de cuero.
Materiales:
- Perlas
- Hilo de nilón
- Cordón de cuero
- Aguja
- Tijeras
La elaboración como podéis adivinar por las imágenes es muy sencilla. Cogeremos un trozo de cordón de cuero de suficiente longitud para doblarlo por la mitad y hacerle un nudo en el extremo por el que lo hemos doblado. Para que nos quede un ojal que nos sirva después para cerrar el brazalete. A partir del nudo vamos colocando las perlas, pasando la aguja con el hilo de nilón por las cuentas las iremos insertando entre los dos tramos de cordón de cuero. El hilo en un principio lo habremos pasado también por el nudo del cordón de cuero para que luego no se deslicen las perlas.
El hilo de nilón lo hiremos pasando alrededor de los dos trozos de cordón de cuero para que las perlas queden sujetas y bien centradas.
Así hasta que consigamos la longitud deseada según el tamaño de la muñeca de la persona a la que irá destinada la pulsera. El remote lo haremos anudando de nuevo los cordones de cuero y uniendo el hilo de nilón a ese mismo nudo para que quede bien sujeto.