La mayor virtud de este exfoliante casero que os proponemos es el maravilloso aroma que deja en la piel. Coco, jengibre y azúcar moreno hacen una magnífica combinación aromática. Hay que contenerse para no comérselo a cucharadas. En uso externo el jengibre nos aporta una gran cantidad de antioxidantes que siempre están muy bien para cualquier tratamiento de la piel. El azúcar y el arroz actuarán como medio físico para la exfoliación. El coco contiene todos los minerales que necesitamos y gran número de los oligoelementos beneficiosos para nuestra salud además de ser muy rico en grasa. En este caso actuará como materia base grasa que evitará la irritación de la piel que pudieran producir los componentes que efectúan la acción erosiva de la piel.
Ingredientes:
- 1/2 taza de arroz molido
- 1/2 taza de leche de coco
- 1/4 de taza de azúcar moreno
- 1 1/2 cucharadas de jengibre rallado
- un recipiente para la mezcla
Primero hemos de moler el arroz crudo y para ello usaremos un molinillo de café o un procesador de alimentos. Con eso conseguiremos la base física del exfoliante, la que hará el trabajo de fricción junto con el azúcar moreno. Mezclamos el arroz molido con la leche de coco, el azúcar moreno y el jengibre rallado. Removemos bien hasta conseguir una buena ligazón de todos los ingredientes.
El modo de uso es muy sencillo, recubriremos la piel a tratar con la pasta y mediante movimientos circulares dando un suave masaje. Podemos usarla en cualquier parte del cuerpo que queramos exfoliar. Después nos daremos una ducha para eliminar el producto y las células muertas de la piel. Acabaremos el tratamiento con una buena crema hidratante. Como tras todo tratamiento exfoliante hay que tener cuidado con el sol en los días posteriores por lo que usaremos una crema con factor de protección elevado.
Vía: henryhappened.com