Con esta propuesta que os traemos conseguiréis restaurar vuestro viejo escritorio de una forma fácil y económica. Obteniendo con esta transformación un mueble realmente singular que cambiará por completo el aspecto de tu zona de trabajo. Es una fantástica idea que se puede trasladar a otros muebles como mesas de centro, cómodas o aparadores o cualquier otro similar.
El resultado es impresionante, de todo menos discreto, pero si quieres librarte de una apariencia anodina y gastada y darle un toque de brillo y color a cualquier estancia este proyecto seguro que te va a encantar.
Materiales:
- Barniz transparente acrílico
- Purpurina en distintos colores
- Pincel grande
- Un recipiente
Limpia la mesa o el mueble que vas a tratar, sobre todo para que no quede ningún resto que pueda impedir una correcta adhesión del barniz. Grasa, cera y similares, así que tal vez lo mejor sea pasar un poco de papel de lija y un trapo húmedo para retirar el polvo. Una vez seca la superficie del escritorio comenzamos dando una capa de barniz. En un recipiente pondremos agua para depositar en él el pincel y que no se seque el barniz.
Con el barniz recién pintado espolvoreamos las purpurinas intentando cubrir la mayor superficie con el menor grosor. Es un proceso que nos llevará un cierto tiempo y es mejor hacerlo por capas dejando secar bien entre una y otra.
No nos irá nada mal proteger el suelo de alrededor del escritorio con un plástico de pintor o una sábana vieja para que la purpurina no acabe por toda la casa. Dejamos secar el barniz y cuando seque repetiremos el proceso extendiendo una nueva capa de barniz y espolvoreando purpurina seguidamente. Repetiremos el proceso cuantas veces nos parezcan necesarias hasta conseguir un buen acabado.
Cuando ya tengamos suficiente purpurina a nuestro parecer daremos un par de capas de barniz para crear una capa protectora. Dejaremos secar y pasaremos a mejorar el aspecto del resto del escritorio si es nuestro gusto.
Por ejemplo es una buena idea decorar los tiradores con gemas de colores para crear un nexo de unión entre el tablero decorado con purpurina y el resto del escritorio.