Una forma de darle un toque muy personal a tu decoración es usar tus propias fotografías. Las fotografías que uno hace reflejan su forma de ver el mundo y como todo lo que una persona hace al final no es más que el reflejo de su personalidad. Reúnes con el tiempo una bonita colección de fotografías pero tal vez te falte la forma de exponerlas para que quede una decoración armónica y bella. Con esta forma de colgar tus fotografías en la pared conseguirás que se vean mucho mejor y formarán un bonito conjunto ornamental que alegrará cualquier estancia.
Jugando con el color, la simetría y la dimensionalidad puedes conseguir efectos de gran belleza con copias fotográficas de tamaño reducido. No hará falta que encargues caras copias de gran formato, con los tamaños de impresión más corrientes y un poco de habilidad tendrás una obra de arte para decorar una pared del tamaño que quieras.
Materiales:
- Bloques de madera o DM de 10 cm x 15 cm
- Pintura en varios colores
- Pincel de espuma
- Fotografías
- Adhesivo en spray
- Cinta adhesiva de doble cara
Pintamos los bloques de madera en los colores que prefiramos, si queremos conseguir un tono más claro con efecto lavado añadiremos un poco de agua si estamos usando una pintura con base de agua. Dejaremos secar y veremos el efecto de la pintura. Si queremos conseguir uniformidad en el tono de color de todos los bloques de madera tal vez nos interese aplicar una capa de imprimación previamente.
Pulverizamos el adhesivo en spray en la parte trasera de la fotografía y la pegamos en el bloque de madera. Haremos lo mismo con todas las demás. A continuación colocamos un trozo de cinta adhesiva de doble cara y pegamos el bloque en la pared. En esta ocasión los bloques forman una figura de corazón y se usaron 24 bloques para ello. Podemos adaptar el diseño y el número de bloques a nuestras necesidades particulares.
Vía: bhg.com