Los pájaros silvestres que acuden a nuestro jardín o al alfeizar de nuestra ventana en busca de algo que echarse al buche agradecerán esta espléndida corona. En primavera y verano estos visitantes alegran nuestro jardín con sus trinos, es justo que en invierno cuando la comida escasea para ellos les agasajemos con un buen regalo. Seguro que nos lo agradecerán. Vamos a ver cómo podemos preparar esta gran corona para que nuestros amigos puedan salvar el frío invernal con un buen aporte de calorías.
Así cuando llegue la primavera e inicien sus cortejos y su periodo de reproducción estarán sanos y fuertes y podrán traer una nueva generación de descendientes para que visiten nuestro jardín.
Materiales:
- Un molde de pastelería.
- Alambre.
- Tela de arpillera.
- Alicates.
- Cuchara de madera.
- Olla grande.
- Semillas para pájaros silvestres.
- Manteca.
- Gusanos secos.
- Aceite.
- Mantequilla de cacahuete.
- Frutas y bayas secas.
Ponemos al fuego la cacerola donde vamos a mezclar los ingredientes. Derretimos la manteca en la cacerola a fuego lento, removiendo para que no hierva.
Cuando la grasa haya derretido totalmente añadiremos la mantequilla de cacahuete, las semillas y los gusanos secos. Removeremos para que se mezclen todos los ingredientes.
Untamos el fondo y las paredes del molde con un poco de aceite de cocina, cualquiera nos servirá. Colocamos las bayas y frutas secas en el fondo del molde.
Con mucho cuidado vertemos la mezcla, procurad que no esté muy caliente el sebo antes de verterlo y mucha precaución pues la grasa caliente puede salpicar y quemaros. Ponemos el aro que habremos hecho con el alambre. Éste servirá como forjado de la corona para que sea más resistente, hay que pensar que las aves se posarán en ella para comer y pueden juntarse bastantes.
Cuando endurezca la grasa desmoldaremos nuestra corona y con la arpillera cortada en tiras podremos colgarla donde queramos. Seguro que nuestros visitantes lo agradecerán.
Vía: hgtvgardens