Cuántas veces no nos habremos equivocado con el azúcar o la sal, o nos habremos preguntado qué especia es ésta que guardábamos en ese tarro… Para evitar estas típicas confusiones, viene muy bien poner letreros con el nombre de cada ingrediente. Hay a quienes les basta con una pegatina identificativa sin más, mientras otros prefieren usar etiquetas más artesanales. Si creéis que ha llegado el momento de poner orden en la cocina, esta idea os va a ayudar a llevarlo a la práctica con muchísimo encanto.
Materiales necesarios:
- Latas de refrescos.
- Tijeras.
- Bolígrafo negro BIC.
- Esponjillas para tinta china de color negro.
- Rotulador negro.
- Tablones de madera.
- Guantes de jardinería.
- Serrucho de mano.
- Pistola de pegamento.
- Hilo grueso.
- Pequeño taladro.
Para empezar con esta manualidad, tendremos que cortar la lata de refresco con mucho cuidado, sirviéndonos de unas tijeras que corten aluminio. Aseguraos de poneros unos guantes gruesos, como los que se usan para jardinería, ya que así evitaremos cortes innecesarios. Tenemos que obtener una lámina pequeña, de unos 10 x 10 cm, aproximadamente. Alisamos la tira con las manos o poniendo un libro pesado encima y cortamos tantas planchas como necesitemos.
Escribid con un bolígrafo negro en la parte exterior de la tira de aluminio (la que viene pintada) los ingredientes de cada etiqueta: “Azúcar”, “Sal”, “Canela”. Presionad con fuerza para que las letras queden marcadas y repasad bien con rotulador negro.
Un dato a tener en cuenta: fijaros que debemos escribir de izquierda a derecha (un poco como se vería al poner algo escrito frente a un espejo). De este modo se leerá correctamente por la parte que nos interesa. En este lado repasamos con tinta negra para que se marque bien el relieve de cada letra.
Colocamos cada tira sobre la tabla de madera. Repasamos los bordes, dejando unos centímetros de espacio alrededor. Ahora, y de nuevo con los guantes, cortamos con serrucho cada pieza (es bueno darle un mano con lija a los bordes para que queden bien). Con la pistola, pegamos las tiras sobre cada tablón y realizamos un pequeño agujero en la parte superior de los mismos, donde ataremos un hilo.
Finalmente enrollamos este hilo en el cuello de cada frasco, frasco que, si así lo queremos, también podemos decorar a nuestro gusto. El resultado son estos identificadores con un bonito estilo rústico-vintage que gustarán por igual a todas las generaciones de la familia.
Vía: stowandtellu