Tener nuestra área de trabajo en el escritorio despejada y bien organizada pasa por tener suficientes recipientes y elementos de almacenaje para que los útiles que habituálmente usamos no estén por encima del escritorio de cualquier manera. Los lápices, bolígrafos, rotuladores y demás objetos de uso habitual en la mesa de trabajo son fáciles de tener a buen recaudo y a mano si nos valemos de tarros de conserva usados, latas y demás objetos cilíndricos que podemos transformar sin mucho trabajo en lapiceros.
Nada más fácil que reutilizar estos tarros de conservas, la mayoría de las veces destinados a la basura tras hacer uso de su contenido, sólo necesitamos un poco de pintura y nada más.
Materiales:
- Tarros de cristal.
- Pintura acrílica en el color deseado.
- Pintura de pizarra.
- Cinta adhesiva.
- Pincel de espuma.
- Tiza.
- Un trozo de madera.
Primero pintaremos el fondo de los tarros con tres capas de pintura, el color el que más nos guste para que haga un bonito contraste con el negro de la pintura de pizarra. Entre capa y capa dejaremos secar la pintura al menos durante una hora o más, según pinturas. Así evitaremos dañar cada capa de pintura con la siguiente mano. Después dejaremos secar bien y marcaremos con una tira de cinta adhesiva la parte que vamos a decorar con la pintura de pizarra.
Aplicaremos también tres manos de pintura de pizarra y dejaremos secar bien tanto entre capas como al final. Al día siguiente ya tendremos listos nuestros lapiceros y podremos rotularlos con tiza.
La madera no es imprescindible pero si tenemos una a mano podemos pintarla con la pintura de pizarra y el borde en el mismo tono que los lapiceros. Así tendremos una bonita y decorativa pizarra para escribir notas y recordatorios.
Vía: ohshedabbles