Los objetos rústicos tienen un encanto muy especial. Algunos de ellos nos pueden traer recuerdos de épocas de nuestra vida, sobre todo de la infancia, cuando este tipo de utensilios (que ahora consideramos vintage) eran más cotidianos. Es el caso de este lapicero de madera con innegable toque rústico, tan natural y auténtico que podemos usarlo en casa, en la oficina o para el cole de nuestros hijos, donde sea más útil.
Materiales necesarios:
- Serrucho de mano.
- Navaja de mano.
- Tronco de madera de unos 10-15 cms de diámetro.
- Papel de lija.
- Taladro.
Si tenéis la suerte de vivir cerca de algún bosque o parque, podéis recoger algún trozo de madera que haya caído el suelo y se encuentre en buen estado. Sirve cualquier pieza que tenga un grosor más o menos parecido al de las imágenes, esto es, de unos 10-15 centímetros aproximados de diámetro.
Con el serrucho de mano, y sobre todo con muchísimo cuidado, cortamos el tronco de madera hasta tener la altura deseada. No está de más que usemos guantes especiales para este paso. Si vemos que el tronco tiene todavía parte de la corteza, la vamos desprendiendo con una pequeña navaja y después lijamos la superficie.
Ahora con el taladro, y siempre en la parte superior de la pieza, realizamos unas cuantas perforaciones. El taladro deberá tener una broca de tres puntas especial para este tipo de madera de árbol, que suele ser menos rígida. A la hora de agujerear, podemos seguir un patrón determinado o hacer los agujeros de forma aleatoria. Comprobamos la profundidad con un lápiz.
Lijamos los bordes de las perforaciones para quitar la madera sobrante y que no queden astillas. ¡Y ya podemos empezar a usarlo como lapicero!