Hay construcciones de ladrillo milenarias y ello nos da idea de lo que puede durar una simple pared de ladrillos. Las paredes de ladrillo son como una herencia para nuestros hijos, son casi eternas, pero ello no quiere decir que no puedan sufrir pequeños deterioros con el transcurso de los años. Vamos a ver a continuación unos sencillos pasos para mejorar el aspecto y reparar los pequeños deterioros que las inclemencias del tiempo y los movimientos del suelo pueden causar en una pared de ladrillo.
Materiales:
- Mortero seco.
- Paleta grande.
- Paleta estrecha para juntas.
- Amoladora.
- Maza y cortafríos.
- Un recipiente para preparar el mortero.
- Guantes.
- Cepillo de cerdas duras.
- Taco de madera.
La amoladora nos resultará muy cómoda y nos adelanta gran parte del trabajo. Cuando tenemos que eliminar una capa de mortero deteriorado de las juntas el trabajo con la amoladora nos resultará lo más eficaz. Hemos de colocar el disco en ángulo para desbastar la junta. Obviamente con la amoladora sólo podremos hacer las juntas horizontales.
Las juntas verticales las limpiaremos manualmente con el cortafríos y el martillo. Ya que con la amoladora dañaríamos los ladrillos cercanos a la junta vertical. También nos servirá para reparar algún ladrillo roto, aunque es una tarea compleja podemos llegar a sacar el ladrillo roto y sustituirlo por otro.
Tras el trabajo de desbastado de las junta viejas pasaremos un cepillo de cerdas duras para quitar los restos de mortero seco que se hayan quedado en las juntas.
Prepararemos nuevo mortero siguiendo las instrucciones del fabricante y tras humedecer ligeramente las juntas comenzaremos con el proceso de rellenado. Cogemos un poco de mortero con una paleta o una llana y con la paletina estrecha de rejuntar vamos introduciendo el mortero en las juntas.
Primero haremos las juntas horizontales y después las verticales. Es un trabajo de paciencia y que no hay que enfrentar con prisas. Es mejor preparar un poco de mortero cada vez e ir por etapas. Los trabajos de precisión cunden poco y al final pierdes concentración. Así que mejor planteárselo para varios días si tenemos que reparar una gran porción de pared.
Nos prepararemos o compraremos la herramienta indicada para terminar la junta con el acabado que tenía, hay distintos acabados para las juntas como sabéis, a ras, cóncavos, en v o la rastrillada. Con un taco de madera y un clavo podemos preparar la herramienta para las juntas rastrilladas en las que el mortero queda retirado del borde de los ladrillos. Para los demás tipos podemos tallar el taco de madera de distintas formas.
Finalmente en cuanto haya secado el mortero un poco pasaremos un cepillo de cerdas duras para dejar un acabado limpio y suave. No es difícil este trabajo como veis, laborioso y tal vez un poco tedioso pero planificándolo con tiempo no nos dará ningún problema.
Vía: familyhandyman.com