Otro proyecto práctico basado en la recuperación, claro ¿y por qué no?. Es una pena lo que hacemos con muchos de los envases de los productos que consumimos, gran parte de ellos se merecen una nueva vida y ¿qué mejor vida para una botella de vino que ésta de iluminarnos en las noches de verano?. El vino que contenía alegró e iluminó nuestra mente mientras lo bebíamos y ella ahora nos dará luz en las cálidas veladas veraniegas. Veamos cómo podemos transformar esa estupenda botella de vino en una antorcha que nos va a iluminar durante mucho tiempo.
Esta transformación es tremendamente sencilla y no requiere más que unos pocos materiales, apenas precisaremos herramientas, unas tijeras tal vez, para convertir la botella de vino o cerveza en una antorcha.
Materiales:
- Una botella de cristal vacía, de vino, cerveza o de cualquier otra bebida.
- Un trozo de mecha de la longitud de la botella.
- Cinta de teflón, la que usan los fontaneros.
- Un convertidor para tubos de cobre de 1/2 pulgada a 3/8 de pulgada.
- Combustible para antorchas.
Prepararemos el reductor de cobre para insertarlo en el gollete de la botella, para ello envolveremos cinta de teflón a su alrededor hasta que nos parezca suficiente para que encaje en la botella.
Pasaremos la mecha a través del reductor de cobre y daremos unas vueltas de cinta de teflón alrededor de la mecha para que quede fijada al reductor. Hemos de dejar que el extremo de la mecha sobresalgo un poco por arriba de la parte ancha del reductor. La parte ancha del reductor de cobre actuará a modo de quemador para evitar que se recaliente la botella y se pueda romper. Sólo nos quedará rellenar la botella de vino vacía con combustible para antorchas, introducir la mecha, dejar que absorba combustible y prenderle fuego. Una bonita, elegante y sostenible forma de iluminar nuestras veladas en el patio, la terraza o el jardín.
Vía: homedit.com