Esta gran idea me ha encantado y no puedo esperar un momento más en mostraros cómo podéis tener unas iguales. Son tan sencillas de preparar y económicas que seguro no podréis resistiros. Con estos soportes de madera además es facilísimo cambiar la decoración, en cuestión de segundos puedes cambiar las fotografías, láminas, grabados o dibujos que hayas colgado.
En cualquier estilo de decoración encajarán estas tablas de claro sabor vintage. Vamos a ver cómo podemos dar ese toque de edad a unas nuevas tablas de madera.
Materiales:
- Cuatro paneles de madera de 30 cm x 35 cm.
- Lijadora eléctrica o papel de lija.
- Barniz o lasure para madera en tono oscuro.
- Clips metálicos.
- Tornillos para madera.
- Hembrillas y alcayatas para colgar las maderas en la pared.
Lijaremos las maderas para tener una buena base de trabajo, redondearemos las esquinas para suavizar y dar sensación de uso.
A continuación aplicaremos el barniz para colorear nuestras maderas, un tono oscuro nos aportará ese aspecto viejo que tan decorativo resulta, ese vintage que tanto se lleva ahora.
Una vez seco el barniz lijaremos las maderas para que tomen ese aspecto que buscamos, ese aspecto de maderas viejas y usadas que tan decorativo resulta en un espacio moderno y decorado con colores neutros.
Fijaremos los clips, un par en cada tabla con un tornillo en cada clip, pondremos unas hembrillas en la parte trasera y colgaremos las tablas en la pared. Tendremos listas nuestras tablas para colgar las fotos que más nos gusten. O cualquier otro tipo de imágenes, litografías, dibujos, pinturas. Y podemos rotar la exposición con gran facilidad, en cuanto nos cansemos o encontremos algo que nos resulte más atractivo sólo habrá que descolgar las imágenes anteriores y colgar las nuevas.
Vía: lovegrowswild.com