Un bonito ejemplo de decoración veraniega, eso es lo que os traemos hoy, pintar un bol de madera como si fuera una refrescante sandía. ¿Hay algo más veraniego que la sandía?, lo dudo. Este trabajo es sencillo y con un magnífico resultado, dará una nota de color allá donde lo pongáis. La cocina, el comedor, una mesa auxiliar de la sala de estar, el recibidor, cualquier espacio cobrará sabor veraniego con este bol.
Este bol lo podréis usar como frutero, para poner caramelos o gominolas de sandía será especialmente indicado, para cualquier cosa que se os ocurra seguro que servirá.
Materiales:
- Un bol de madera.
- Pinturas acrílicas, dos tonos de verde, rojo o rosa y negro.
- Un par de pinceles, uno grande y otro fino para los detalles.
- Cola de decoupage o algún barniz de acabado para sellar la pintura.
En primer lugar pintaremos el interior del bol con la pintura roja o rosa, la que hayamos elegido. Previamente si queremos que el bol tenga mejor apariencia podemos lijarlo con una lija fina.
Después pintaremos el exterior con el tono más claro de verde en primer lugar. Cuando seque esta primera capa de verde seguiremos con el acabado con el otro tono de verde.
Pintaremos con el tono más fuerte de verde en bandas longitudinales para simular el efecto de la sandía. Procuraremos que no queden las pinceladas demasiado simétricas ni demasiado regulares, es mejor que se vea un poco del tono más claro por debajo.
Seguidamente pintaremos las pepitas de la sandía con el pincel fino y pintura acrílica negra. Unos pequeños óvalos simulando la forma de las pepitas de la sandía repartidos de forma asimétrica nos darán la sensación de estar ante una sandía cortada a la mitad.
Y por último cuando hayan secado todas las capas de pintura aplicaremos la cola de decoupage o el barniz de acabado. Así la pintura quedará protegida y durará intacta mucho más tiempo.