Con este sencillo truco podremos hacer preciosas flores que en nada desmerecerán de las de porcelana. Blancas y con una capa reluciente nos pueden servir para crear preciosos y elegantes arreglos decorativos. Desde centros de mesa hasta lo que se nos pase por la imaginación. Y es tremendamente sencillo de hacer, incluso los más pequeños podrán prestar su colaboración para hacer esta bonita manualidad.
Materiales para el trabajo:
- Piñas secas de pino
- Un bote de esmalte blanco o de varios colores
- Un alambre
- Un plástico protector o periódicos viejos
El trabajo es de una pasmosa sencillez, así que cualquiera puede hacerlo, sólo hay que enganchar las piñas con el alambre y sumergirlas en la pintura. Antes debemos tener las piñas, obviamente, así que aprovecharemos alguna salida al monte para recoger cuantas podamos.
Las piñas de pino son un buen material para múltiples creaciones decorativas. Protegeremos la zona de trabajo con un plástico o con periódicos viejos para no manchar con la pintura que pueda gotear. Las limpiaremos bien, las piñas, con un cepillo para quitarles el polvo y la suciedad que puedan tener. Después enganchamos bien un alambre a la piña y la introducimos en el bote de pintura, la dejamos escurrir y las ponemos a secar. Podemos darles un segundo baño para que queden bien cubiertas o para corregir algún pequeño fallo. Podemos usar otros colores aparte del blanco para crear flores de distinto color. También podemos añadir purpurina sobre las piñas pintadas, ello les dará un bonito aspecto como si estuvieran recubiertas de cristales de nieve. Cuando las tengamos secas podemos elaborar un centro de mesa con ellas o cualquier montaje que se nos ocurra.
1 comentario
excelentes ideas, muy practicas, quedo pendiente de las novedades gracias por compartitlas felicidades