Pequeñas astucias de pintor

Pintar es una tarea muy fácil, sólo hay que tener pintura y un pincel y ponerse a esparcir pintura sobre aquello que queremos cambiar de color. Pero pintar bien, de una manera correcta y eficiente, es decir sin tener que pasarse horas limpiando y rascando los restos de pintura esparcidos por doquier, ese es otro cantar. Y es un cantar que se agradece enormemente, pintar y no ensuciar más que lo indispensable es toda una gozada. Paso a exponeros algunos pequeños consejos que os ayudarán sobre todo a evitar manchar, con lo cual el trabajo de pintura se vuelve mucho más agradable.

El bote de la pintura es uno de los orígenes más importantes de la creación de manchas de pintura en el suelo. Recubrir el suelo con papel o plástico protector y llevar el bote, los pinceles, la cinta adhesiva, los útiles más necesarios en una caja de cartón, cualquier envase sirve, de agua, de leche, cualquier cosa que evite el contacto directo con el suelo.

Las toallitas de limpieza facial son un magnífico recurso para limpiar una mancha de pintura, incluso cuando está seca, estas toallitas al llevar una base de alcohol disuelven la pintura con gran facilidad.

Para pintar piezas de madera nada como instalarles un par de tornillos largos en ambos extremos. Nos servirán como soporte y también a modo de asas.

La trasera de la cisterna, los radiadores, siempre hay algún que otro objeto que nos impide pintar bien por detrás de él. Un buen truco es usar la almohadilla plana de alguno de esos dispositivos que venden para pintar esquinas y recortes. Le pegamos un palito plano de madera, de los que se usan en las manualidades, a modo de mango y con ello podemos pintar por detrás de casi cualquier objeto instalado cerca de la pared.

El truco de los tornillos también sirve para pintar un taburete o una silla, enroscados en las patas elevarán el elemento a pintar y nos facilitarán en gran manera el trabajo.

Quitar la cinta adhesiva que hemos colocado para evitar manchar zonas que no hay que pintar es mucho más fácil si la calentamos previamente con un secador.

Con una percha de alambre podemos fabricar un estupendo soporte de descarga del pincel, lo podemos doblar a la medida del bote y fijarlo con un par de trozos de cinta adhesiva. Con algo tan sencillo evitaremos un montón de salpicaduras.

Con una caja de cartón cualquiera podemos construir nuestra cabina de pintura, para pintar pequeños objetos sin manchar y sin tener que llenarlo todo de plástico o papel.

Los rollos de cinta adhesiva que tenemos olvidados por ahí, guardados desde ni se sabe, los podemos recuperar colocándolos en el microondas durante 10 segundos. El adhesivo se ablandará y podremos usar estas cintas añejas.

Vía: familyhandyman.com