Consejos para un hogar sostenible

En la actualidad, en mayor o menor grado, todos somos conscientes de la necesidad de cuidar al planeta. El planeta se resiente por la actividad del hombre y estamos obligados a procurar que el uso de las energías no renovables sea lo más racional posible. No se trata de drásticas decisiones y rotundas renuncias sino de tratar al menos de no derrochar energía, de procurar que el consumo de agua sea lo más responsable posible. Si racionalizamos el consumo de agua y energías fósiles nuestro hogar se transformará en un hogar más sostenible.

Adoptando una serie de sencillas acciones, que no nos comportarán ni grandes esfuerzos ni privaciones, podemos conseguir ahorrar energía y agua en nuestro hogar. Estas medidas además de colaborar en el ahorro energético global nos permitirán también un pequeño ahorro económico para nuestro bolsillo. Vamos a ver qué podemos hacer para que nuestro hogar se convierta en un hogar verde.

Ahorrar agua en el cuarto de baño es tremendamente sencillo, hay una acción que repetimos en muchas ocasiones al cabo del día, tirar de la cadena del váter. Podemos reducir el consumo de agua con una acción tan simple como rellenar una botella de agua vacía con piedras o agua y colocarla en la cisterna del inodoro, así conseguimos que la cisterna  se llene menos y cuando tiremos de la cadena descargue una menor cantidad de agua.

Regular la temperatura del termostato unos grados por debajo de lo que tenemos costumbre tanbién nos reportará un ahorro energético importante. Tanto en invierno como en verano bajar o subir un par de grados representa un gran ahorro energético. Un programador electrónico será una buena inversión pues podemos programarlo para que regule la temperatura según estemos o no en casa.

Bajar la temperatura de salida del calentador de agua también nos reportará un buen ahorro energético, también podemos envolver el calentador con una manta térmica para que mantenga más tiempo el agua caliente.

Lavar la ropa con agua fría es una opción sostenible y si tendemos la ropa en vez de usar la secadora conseguimos ahorrar mucha energía eléctrica, lo cual también se notará en nuestra factura de la electricidad.

Lavar los platos en el lavavajillas consume mucha menos agua que si lo hacemos a mano. Pero hemos de llenar el lavavajillas por completo para también usar la menos electricidad posible.

Pedir a las empresas suministradoras que nos manden las facturas electrónicas y leer revistas y periódicos a través del ordenador o una tableta representa un gran ahorro de papel. Incluso los catálogos se pueden ver electrónicamente.

Cuantos menos aparatos eléctricos mantengamos conectados menor será el consumo, usar regletas con interruptor es una inteligente opción para ahorrar esa energía que se gasta de manera absurda. ¿Por qué será que hoy día hay tantos aparatos electrónicos que quedan en “standby” en vez de apagarse del todo?

Usar productos de limpieza ecológicos también es una pequeña pero importante aportación al exceso de vertidos contaminantes que ensucia el planeta. Además son respetuosos con los niños y las mascotas. Hacer nuestros productos de limpieza caseros además nos reportará un buen ahorro económico.

Reutilizar los objetos comprando artículos de segunda mano también es además de un ahorro económico una medida sostenible, cuanto más tiempo se usan las cosas menos hay que fabricar.

Colocar plantas en las estancias de la casa ayudará a mantener el aire limpio y al tiempo estaremos decorando nuestro hogar con un trocito de naturaleza. Si tenemos niños y/o mascotas procuraremos que sean plantas que no puedan producirles reacciones adversas ya sea por contacto o por ingesta.

Vía: designmom.com