La lavanda se usa en aromaterapia, entre otras aplicaciones, como inductor del sueño. Calma la ansiedad y tiene grandes propiedades relajantes, si aromatizamos nuestra ropa de cama, fundas de almohadón y sábanas, con este preparado que a continuación os presentamos, con toda seguridad dormiréis mucho mejor. Y además tendréis la ropa con el maravilloso perfume de la lavanda. El olor de la lavanda siempre nos trae recuerdos de niñez, de ropa limpia, de armario de la abuela, esos entrañables recuerdos inscritos en lo más profundo de nuestra memoria más temprana.
Además ya va siendo hora de despertar a la primavera y el aroma de lavanda también nos recuerda eso, buen tiempo, sol, campos extensos y la Provenza. Esos maravillosos campos cultivados de lavanda que al final de la primavera y principios del verano, cuando florece la lavanda, pintan la tierra con ese precioso color morado.
Vayamos al grano, para preparar nuestro aroma de lavanda necesitaremos:
- Agua de hamamelis.
- Aceite esencial de lavanda.
- Agua destilada.
- Una botella con spray.
Mezclaremos 8-10 gotas de aceite esencial de lavanda con dos cucharaditas de agua de hamamelis y una taza de agua destilada. Removemos bien la mezcla para que se disuelvan todos los ingredientes y la introducimos en la botella con spray. Así tenemos preparado nuestro particular aromatizador de ropa. Se puede usar agua corriente pero con el agua destilada conseguimos dos ventajas, la apariencia de la mezcla será más transparente por la ausencia de minerales en disolución que tiene el agua corriente y también evitaremos que se nos pueda obstruir el spray por la acumulación de esos mismos minerales, sobre todo la cal. Procederemos a aplicar nuestra esencia sobre las sábanas recién lavadas, antes de guardarlas, abrir las puertas del armario será como asomarse a la ventana de nuestra imaginaria casa provenzal. Probadlo, sobre todo si tenéis problemas para conciliar el sueño. ¡Funciona!
Vía: designsponge.com