La técnica de tensar hilos alrededor de clavos clavados siguiendo un cierto patrón estuvo muy de moda allá por los años setenta del siglo pasado. Ahora parece que tímidamente está resurgiendo esta técnica y aquí os traemos un ejemplo. Además con un apropiado diseño para hacer una adecuada decoración en el próximo San Valentín.
Os mostraremos dos diseños distintos, uno con el corcho natural y otro con el corcho pintado, podéis elegir cuál os gusta más. Se pueden montar como tableros de corcho para colgar notas, recordatorios, recuerdos, fotografías y todas esas cosas que nos gusta tener a la vista.
Los materiales para esta idea son:
- Losetas o planchas de corcho.
- Clavos.
- Hilo rojo.
- Tijeras
- Cinta adhesiva de papel japones (cinta washi).
- Tijeras.
- Pegamento.
- Pintura.
En primer lugar comenzaremos pegando dos losetas de corcho para que tenga la suficiente profundidad para clavar los clavos. Si opta por el fondo pintado, pintará la superficie del corcho y dejará secar. A continuación dibujará un corazón del tamaño que usted quiera sobre la superficie de corcho y clavará los clavos siguiendo el trazado del dibujo. Deje un espacio uniforme entre los clavos para poder manipular bien el hilo.
Ate el hilo en un clavo y vaya pasándolo de clavo en clavo de forma entrecruzada. Libremente y como más le guste. Hasta formar un diseño agradable y simétrico. Cada vez que pase el hilo por un clavo recuerde dar una vuelta completa con el hilo sobre el clavo, para que quede bien tenso. La tensión del hilo es fundamental en este trabajo para que tenga buena apariencia.
Finalmente puede rematar el trabajo usando la cinta adhesiva de papel japonés para recubrir el borde de las losetas de corcho. Quedará muy decorativo y con un buen acabado.
Vía: makegrowgather.com