A partir de los treinta años las mujeres, también los hombres, han de cuidar la limpieza de su cutis de una manera muy especial. Os presentamos un método completamente natural para realizar la limpieza del cutis sin ningún peligro y de una manera sana. Aunque resulte un tanto chocante, sobre todo si su cutis es graso, limpiar el cutis con aceite tiene su explicación lógica.
Contrariamente a lo que cree la gente, el aceite no engrasa la piel ni produce acné. El acné se produce por una desafortunada combinación de hormonas, bacterias y suciedad. La piel segrega su propia grasa para protegerse, para crear una barrera que actúa a modo de filtro de las agresiones exteriores. Cuando usamos productos agresivos con esa grasa natural estamos desprotegiendo a la piel y exponiéndola a todo tipo de agresiones. En cambio si usamos un buen aceite de origen vegetal estamos limpiando efectivamente nuestro cutis, pues sólo la grasa disuelve a la grasa, con el aceite disolvemos la grasa sucia de la piel y al mismo tiempo la estamos protegiendo con dicho aceite. Es decir no dejamos a la piel “desnuda” al limpiarla.
Qué necesitamos para elaborar nuestro propio limpiador de cutis, ahora lo vemos:
- Aceite de oliva virgen extra.
- Aceite de ricino.
- Una botella pequeña.
Estos dos aceites son los más usados para la limpieza de cutis, sólo hemos de mezclarlos en una botella, agitar y ya tenemos nuestro limpiador de cutis listo.
Según el tipo de piel variaremos la proporción de los aceites en la mezcla:
- piel normal:Una combinación a partes iguales de aceite de ricino y de aceite de oliva virgen extra será la más conveniente.
- piel grasa: Requerirá una proporción de tres partes de aceite de ricino por una de aceite de oliva.
- piel seca: La proporción será en este caso de tres partes de aceite de oliva por una parte de aceite de ricino.
El método de empleo consiste en verter un poco de la mezcla que requiera nuestro tipo de piel en la mano y masajear suavemente el rostro con las yemas de los dedos durante un minuto. A continuación humedezca un paño con agua caliente y colocarlo en la cara, el calor ayudará a que se abran los poros y eliminará las células muertas de la piel. Dejarlo actuar un minuto más o menos. Finalmente lávese el rostro con agua y frote suavemente con una toalla seca.
Inmediatamente percibirá su piel más suave e hidratada. No va a sentir la piel más grasienta, el aceite de oliva tiene el mismo pH que la piel humana. Este tratamiento también sirve para retirar el maquillaje y si lo realiza por la noche antes de acostarse por la mañana sólo precisará un poco de agua fresca y como mucho de vez en cuando una pizca de crema hidratante.
Vía: simplemom