No, una vez más no es papel pintado lo que recubre esta pared. Simple y llanamente se trata de pintura. Cada vez más la gente interesada en decorar su casa de forma original se decanta por pintar motivos en las paredes. Con paciencia y aplicación se pueden lograr bellos diseños utilizando únicamente pintura. Y el auxiliar imprescindible en estos trabajos es la cinta de pintor.
Con este diseño de fácil realización logramos un efecto de papel pintado muy convincente. La técnica es muy sencilla y los materiales que se precisan son los siguientes:
- Pintura blanca y de color.
- Cinta de pintor de 2, 5 cm y de 5 cm de ancho.
- Pinceles y/o rodillos.
Pintar a mano alzada las líneas siguiendo un patrón geométrico. No hay que preocuparse si las líneas no nos salen demasiado rectas. Nuestra salvadora, la cinta de pintor, nos arreglará las imperfecciones.
Es la hora de que hable la cinta, dispondremos tiras de cinta adhesiva por todo el entramado lineal que hemos dibujado previamente. Podemos usar distintos anchos de cinta para conseguir líneas con diferente grosor, en el ejemplo sólo se utilizó la de 2.5 cm.
Con la cinta de 5 cm cubrimos el contorno de la pared para no manchar las adyacentes ni el techo. A continuación rodillo en mano cubriremos toda la superficie de la pared con la pintura blanca. Procuraremos elegir una pintura de buena cubrición para que no se vean las líneas de color que previamente hemos trazado. En este caso se usó un blanco brillante para que contraste con las líneas de color mate y se aplicaron cuatro capas de pintura blanca.
Con cuidado despegaremos la cinta de pintor de abajo hacia arriba, con un pincel pequeño repararemos los posibles desperfectos que se puedan producir durante la operación.
Habremos conseguido una pared diferente y realmente atractiva que dará un nuevo y deslumbrante aspecto a la habitación.
Vía: designsponge