El felpudo es ese cotilla que antes de que la gente llame a nuestra puerta ya les está contando cosas de nosotros. Motivo suficiente para que nos preocupemos un poquito y no tengamos, tendidos ante nuestra puerta, cualquier cosa. Con ello no pretendo decir que hay que comprar felpudos carísimos de un palmo de espesor, muy peligrosos por cierto, al contrario con que sea de fibras naturales basta y con esta idea que presentamos podemos decorarlo a nuestro antojo o usando una expresión que me encanta, a nuestro libre albedrío.
Materiales:
- Felpudo liso.
- Papel para plantillas.
- Cartón o cartulina.
- Pegameno.
- Alfileres.
- Tijeras.
- Pintura en aerosol del color deseado.
Compramos un felpudo liso, sin estampaciones, de fibra de coco o yute o cualquier otra fibra natural que permita que la podamos pintar. Como se ve en la foto, creamos unas plantillas, una vez más entra en juego vuestro libre albedrío, ¡toma ya! he vuelto a meter las palabritas. Las plantillas podemos generarlas imprimiendo dibujos, letras, números desde el ordenador y luego los pegamos sobre cartón o cartulina y los recortamos. Colocamos las plantillas sobre el felpudo y las fijamos con alfileres para que no se muevan.
Procedemos a realizar el siguiente paso, aplicar pintura en aerosol sobre la superficie del felpudo. Previamente habremos colocado el felpudo sobre una tela vieja, periódicos, plástico… cualquier cosa que nos evite manchar el suelo. Como siempre que usamos aerosoles para pintar hemos de colocarnos en un lugar bien ventilado para no respirar los vapores ni las micro-partículas de pintura que puedan quedar suspendidas en el aire. Pintaremos con movimientos circulares y daremos dos manos con un periodo de dos horas de secado entre una y otra. Dejamos secar dos horas más y con mucho cuidado, para no emborronar los bordes, retiramos las plantillas.
Ya tenemos un felpudo único y original para colocar en la puerta de casa. Elegid la forma de vuestro felpudo, redonda, cuadrada, rectangular… elegid vuestros colores, elegid vuestros motivos y a trabajar.
Vía: Freshome