Nunca me había parado a pensar en la maravilla decorativa que puede suponer la combinación de una etiqueta, un tarro y unas conchas o piedras. Cuando era pequeño e iba a la playa, solía coger muchos “recuerdos” llamativos y decoraba macetas con ellos, aunque la mayoría acababa en los cajones. Que no vuelva a pasar con este entrañable método.
Para recordar tus vacaciones necesitarás:
- Tarros o frascos transparentes.
- Pegatinas adhesivas (con bordes dorados, que quedan mejor).
- Marcador permanente de punta fina.
- Recuerdos recolectados naturalmente (piedras, conchas, hojas, arena…)
- Irte de vacaciones…. lindo no???
No tienes que hacer nada más que lo que intuyes. Cuando pasees por la playa y veas una concha que te llame la atención, recógela. Probablemente tengas otros objetos así.
Para llenar un tarrito no hace falta mucho. Eso sí, intenta organizar los “recuerdos” de manera que queden armoniosos. Una vez listo tu tarro, solo tienes que poner el lugar y la fecha y ya tienes una prueba física de que alguna vez estuviste de vacaciones en aquel sitio.
Puedes retar a los niños a que encuentren las piedras más coloridas y las conchas más bonitas para este proyecto.
Vía: Martha Stewart