- Tapas o chapitas de soda.
- Cordón.
- Alicate.
- Lija.
Paso nº 2: Lijamos para alisar el borde de cada tapa, así evitamos que estas se queden enganchadas a la ropa e incluso que puedan dañarla.
Paso nº 3: Unimos ambos cordones con un nudo doble para evitar que se separen.
Paso nº 4: Tomamos una tapa y pasamos un extremo del cordón por un orificio y el otro extremo por el otro.
Paso nº 5: Colocamos de inmediato otro tapa en la parte superior de la primera y enfrentamos los dos primeros orificios de esta con los dos últimos orificios de la anterior, en este punto pasamos cada extremo del cordón por su respectivo hueco. Siempre el cordón va a pasar de atrás hacia delante, es decir, que inicialmente lo introduces por los dos primeros huecos de la tapa y luego por los dos que siguen.
Paso nº 6: Buscamos una nueva tapa y la colocamos a continuación de la primera, esta vez enfrentaremos los dos últimos orificios de la segunda tapa con los dos primeros de la tercera, pasamos cada cordón por su respectivo orificio.
Paso nº 7: Repetimos los pasos 5 y 6. Al terminar cerramos con un nudo doble.
Con esta técnica podemos hacer infinidad de cosas.