De los viajes que tengo la oportunidad de hacer por el mundo, siempre hay algo que me gusta o llama mi atención. Y a algunas de esas cosas me encanta transformarlas en manualidades e ideas decorativas que pongo en casa. Estas piedras pequeñas blancas son el recuerdo de mi último viaje a Nueva Zelanda, un país increíble, mágico y que tiene un lugar especial en mi corazón. Ese puñado de piedras que traje de esa playa inolvidable hoy decora mi hogar de una forma especial y quiero compartir la idea con ustedes. Les cuento cómo pueden hacer este recuerdo de un viaje y hasta pueden regalarlo a alguien especial.
Materiales:
- Bastidor para pintura pequeño (en lo posible con soporte)
- Pintura acrílica roja y blanca o gris
- Pincel/ pinceleta
- Cinta de pintor
- Patrón corazón
- Pistola de pegamento caliente
- Cúter
Las piedras pueden ser blanca, grises o el color que tengan en la zona en la que viven o que hayan comprado. De ese color dependerá el color del corazón y la pintura acrílica base. También pueden cambiar el color para combinar, si no quieren rojo puede ser cualquier otro.
Como mi bastidor tiene unas medidas de 13,5 por 17,5 cm utilicé el patrón del corazón que les he compartido en otras ideas. Pero si es más grande o más pequeños puedes modificarlo al imprimirlo y transferirlo en cartón.
Usando una base para corte, colocamos cinta de pintor para armar lo que será como un liezo adhesivo para transferir el corazón. Marcamos y cortamos y llevamos este diseño al bastidor para pintura. Lo ubicamos en el centro y lo fijamos bien. Así podremos pintar con el color base (rojo en mi caso) y no pintar la zona del corazón. Damos las manos de pintura acrílica necesaria y dejamos secar bien.
Retiramos el patrón (molde) del corazón y como han quedado los bordes del mismo poco parejos, los arreglaremos con la pintura acrílica blanca (por el color de las piedras que he utilizado). Dejamos que seque y ya podemos comenzar a armar el corazón con las piedras blancas. Primero, lo mejor, es armar el borde. Cuando estamos seguros de la disposición de las piedras, las pegamos una a una con el pegamento caliente. Puede ser muy útil para este paso usar una pinza pequeña para ayudarnos con las piedras. Aproveché las más pequeñas y largas para armar un borde lo más parecido posible al corazón.
Luego ubicamos algunas piedras un poco más grandes dentro, las pegamos y comenzamos a rellenar los espacios con el resto de las piedras hasta completar la composición. Lo bueno de trabajar con la pistola de pegamento caliente es que si algo no nos gusta como ha quedado, podemos despegar sin dañar la tela del bastidor y volver a pegar.
¡Ya está listo! Si quieren, pueden revisar si hace falta dar algún retoque más de pintura… pero este precioso cuadro (y recuerdo especial en mi caso de un viaje tan lindo) ya puede decorar el rincón de nuestra casa que más nos guste.