Me pequeña mesa de jardín necesitaba un cambio urgente. Después de meses con una gran cantidad de bonsáis sobre ella, al sol y estando siempre mojada por el agua del riego y las lluvias… la pobre ya no daba más. No quería que terminara en la basura asique decidí reciclarla. El resultado… el que ven!! Por fin me animé y probé la técnica del decapado sobre madera. Con uno de mis colores favoritos como protagonistas les muestro cómo lo hice. Vamos?
Necesitamos:
- Mesa de madera a renovar.
- Pinceles.
- Rodillo.
- Trapo o espoja.
- Cera natural en pasta.
- Protector para madera de color o natural.
- Esmalte, en lo posible al agua, de color blanco.
- Lijas al agua, 150, 240 y 400.
Hacerla fue todo un desafío pero a medida que avanzaba en el proyecto debo confesar que no me pareció tan difícil. Siempre siguiendo al pie de la letra los consejos de una “grande” en el tema: Virginia Escribano de Aires de Bohemia comencé esta tarea…
Como quería que la mesa tuviera al color blanco por protagonista combinado con el color que ya tenía la madera, verán que usé sólo el esmalte en color y el resto de los productos son de tono natural o cristal para resaltar ese color original.
Lo primero que hice fue preparar la superficie de la mesa. Le di una buena lijada combinando lijas al agua más finas con más gruesas hasta quitar lo que quedaba del producto que protegía la madera con anterioridad. Cuando ya estaba conforme con el trabajo de lijado y quería comenzar a pintar, había que limpiar muy bien toda la superficie. No debe quedar nada de polvo. Un trapo húmedo fue muy útil.
Luego, tomé el protector de maderas que tenía y le di una o dos manos. Si damos dos manos, no hay que olvidar dar una mano de lija entre mano y mano de protector. Debemos dar las manos de protector por ambos lados de la madera, muy importante! Y esperar siempre el tiempo de secado que indica el fabricante del producto.
Con la superficie ya protegida, comencé a preparar la mesa para poder pintar. Como la técnica es el decapado, hay que aplicar una mano de cera sobre la superficie. Yo quería hacer un desgastado general y desparejo. Por ello utilicé la cera color natural en pasta y la apliqué con un pequeño trapo. También se puede aplicar con una esponja.
Queda brillante y lo mejor es que las manos no sufren 😉 es cera!
A pintar! Y para hacerlo seguí un consejo especial de Virginia, usar un esmalte al agua ya que no necesito diluyentes, seca rápido y puedo limpiar mis pinceles o rodillos con agua y jabón. Además, si usamos este tipo de esmalte, no necesitamos aplicar protección al trabajo terminado!
Como quería que el color blanco fuera el protagonista del decapado decidí dar tres manos de pintura. La primera la apliqué con pincel (tip práctico: colocar gomas elásticas en la lata para descargar el pincel!!!).
Dejé que secara bien, bien. Todo el tiempo que recomendaba en fabricante de la pintura y antes de dar una nueva mano de pintura, lijé la superficie con un lija al agua bien fina (400 o menor). Limpié con un trapo el polvo que quedaba y me dispuse a pintar.
Esta vez, las dos manos siguientes las apliqué a rodillo. Confieso que me gusta mucho pero mucho pintar con rodillo. Hasta me resulta divertido! Cuando termino me quedo con cara de: “eso es todo” 🙂
Dejamos secar bien entre mano y mano y si quieren pueden dar una mano de lija entre una capa y otra.
Y ahora lo más lindo… decapar!!! Lijar para dar ese aspecto desgastado y desparejo que me tiene enamorada. Para este paso es importante usar lijas de 150 o menor. Pero si no se animan a tanto al principio (me pasó!) prueben comenzar con una intermedia como una 240.
Desgasten a gusto y poco a poco. Hay que tomarse el tiempo de observar el mueble y hacerlo de a una zona por vez.
Espero que les haya gustado y se animen a hacer un trabajo como éste. Les aseguro que lo van a disfrutar! Y aquí les dejo más fotos de la mesa 🙂
Yo ya la estoy disfrutando!