Sobre todo tras el verano con los sudores nocturnos de esas calurosas noches pasadas nuestras almohadas toman un color amarillento que nos repele cada vez que les cambiamos las fundas y las vemos a plena luz. Esa coloración es producto del sudor que se ha ido acumulando y secando sobre la almohada pero es fácil de quitar y en este artículo vamos a ver cómo.
Como podéis apreciar en la foto de arriba el antes y el después es fantástico. Las almohadas vuelven a su blanco inmaculado y sin gran trabajo.
Materiales:
- Agua muy caliente
- 1 taza de detergente para lavadoras
- 1 taza de detergente en polvo para lavavajillas
- 1 taza de blanqueador
- 1/2 taza de bórax
Añadir todos los ingredientes directamente al agua si la lavadora es de carga vertical o en el cajetín si es de carga horizontal. El programa de lavado elegido será el que use el agua más caliente.
Retiraremos las fundas de las almohadas así como fundas protectoras que hayamos añadido, hay que meter las almohadas desnudas dentro de la lavadora. Antes nos cercioraremos leyendo la etiqueta de que podemos lavarlas en la lavadora pues algunas según el relleno que tengan no se podrán lavar así. Colocaremos dos almohadas en el interior del tambor para equilibrarlo cuando haga el centifrugado. Pondremos la lavadora en marcha y esperaremos a que acabe el programa.
Después pondremos las almohadas en la secadora con unas pelotas de lana como estas que hicimos en otra ocasión o unas simples pelotas de tenis. Con ello evitaremos que las almohadas se apelmacen al secarlas en la secadora.
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Me gustan los artículos relacionados con la limpieza y como organizar la casa