El jardín no sólo es un espacio de trabajo, al contrario trabajamos nuestro jardín para convertirlo en un espacio de disfrute en nuestro tiempo libre. Bien es verdad que también trabajando en el jardín conseguimos una experiencia gozosa y relajante. En esta ocasión vamos a disfrutar por partida doble, primero construyendo un banco partiendo de una vieja puerta, lo que nos facilitará mucho la tarea, y después disfrutando del uso de ese banco para descansar mientras leemos, escuchamos música o simplemente contemplamos nuestro jardín.
El banco será un buen complemento práctico y decorativo para que nuestro jardín esté completo. Vamos pues sin más dilaciones a ver cómo podemos transformar una vieja puerta en un bonito banco para nuestro jardín, patio o terraza.
Materiales:
- Una puerta de madera maciza
- Un banco de trabajo o un par de caballetes
- Taladro
- Alicates
- Sierra de calar
- Tornillos
- Perfiles de madera
- Listón de madera de 7.5 cm de anchura
- Papel de lija
- Imprimación y pintura
- Dos jardineras
- Sustrato y plantas
Vista en detalle de los materiales.
Si la puerta que consigamos está formada por paneles transversales sólo habrá que retirar los dos paneles de los extremos de la puerta y tendremos el trabajo encaminado. Pero podemos hacerlo con cualquier tipo de puerta, sólo que si es lisa habrá que marcar dos rectángulos en cada extremo de la puerta, perforar con el taladro y después…
Cortar con la sierra de calar para hacer el hueco a través del cual plantaremos las plantas que queramos. La puerta debe apoyar sobre las dos jardineras, las buscaremos bien resistentes, que actuarán a modo de patas del banco y nos permitirán además decorarlo con las plantas que más nos gusten.
Acabamos de retirar los trozos de panel que hayan quedado en las ranuras de la estructura de la puerta.
Ahora con la cola pegamos los perfiles de madera para rematar el contorno del marco del panel, así no se verá la ranura y sobre todo no se llenará de sustrato, suciedad y humedad que podrían afectar a la larga a la estructura de la puerta.
Aunque nuestra puerta no sea panelada también nos interesará colocar unos perfiles para proteger la estructura de la puerta.
Colocaremos el listón de 7.5 cm de ancho alrededor del contorno de la puerta. Será un bonito remate y ocultaremos los orificios de las bisagras. Procuraremos elegir un tipo de madera que aguante bien las inclemencias del tiempo.
Tras lijar, aplicar la imprimación y la pintura escogida colocaremos la puerta sobre las dos jardineras. Y procederemos a rellenarlas de sustrato y a plantar las plantas que hayamos escogido. Sólo nos faltará buscar unos buenos cojines y tendremos el banco listo para nuestro uso y disfrute.
Vía: bhg.com