Si tienes rosales en tu jardín es una pena que se desperdicien los pétalos de sus rosas. Una forma de aprovecharlos, entre los cientos de formas que hay, es usarlos para crear unas aromáticas y sensuales sales de baño que te recordarán durante todo el año esas fantásticas flores.
Ingredientes:
- 1 taza de pétalos de rosa secos
- Agua o aceite esencial de rosas
- 1 taza de sales de Epsom (sulfato de magnesio)
- 1/3 de taza de bicarbonato sódico
- 2/3 de taza de leche en polvo
- Un recipiente hermético de cristal
Separamos los pétalos de la flor y los colocamos en un recipiente llano y amplio para que los pétalos estén expuestos al aire. Podemos rociarlos con un poco de agua de rosas o añadirles unas gotas de aceite esencial de rosa para que tengan más aroma. Dejaremos los pétalos toda la noche en el recipiente al aire para que se sequen.
En otro recipiente prepararemos, ya en el día siguiente, la mezcla de los ingredientes. Medimos y mezclamos las sales de Epsom, el bicarbonato de sodio, y la leche en polvo en un tazón pequeño, asegurándonos de deshacer los grumos. Las sales de Epsom calman los músculos doloridos y ayudan a desintoxicar el cuerpo. El bicarbonato de sodio y la leche en polvo trabajan juntos para suavizar la piel. Y cuando se mezcla todo ello con los pétalos de rosas secas nos proporcionará un estupendo baño relajante.
Desmenuzaremos los pétalos de rosa secos e iremos incorporándolos en el tarro hermético junto con la mezcla que habíamos preparado. Cuanto más tiempo tengamos las sales con los pétalos mayor aroma irán adquiriendo. Cuando quieras tomar un baño relajante sólo tendrás que añadir una cucharada o dos de estas sales al agua de tu bañera.
Vía: savvysugar.com