Cómo reutilizar objetos que normalmente se desechan

Hay un montón de buenas ideas para reutilizar objetos que usamos y solemos desechar tras dicho uso. Seamos un poco más respetuosos con nuestro entorno y de paso ahorremos unos céntimos en cada una de nuestras acciones habituales. Además algunas ideas son geniales, de esas que luego piensas ¿cómo he podido vivir hasta ahora sin esto? En este artículo y algunos más que le seguirán os mostraremos una amplia recopilación de ideas para dar nuevos usos a viejos objetos desechables.

Una lata de café o de cualquier otro producto que tenga una tapa de plástico es ideal para usar como dispensador de hilo o cuerda. Y diréis ¿para qué quiero esto?, hombre de normal igual no usas hilo ni cuerda, entonces no lo necesitas pero si te gustan las manualidades o la jardinería o incluso la cocina, tener un dispensador de hilo es una forma muy sencilla de que la madeja te dure más tiempo en buen estado y no se te descomponga. Sólo hay que perforar la tapa del bote y pasar el hilo o cuerda por ella, pones el rollo en la lata y tapas. Organizado y limpio.

¡Ay los corchos de vino! son una maravilla, tienen tantos usos estos cilindros de corcho que sólo con ellos podríamos escribir todo un compendio. En esta ocasión os mostramos un nuevo y original uso como alfiletero.

¿Recordáis los botes de plástico donde iban los rollos de película fotográfica? Sí ya no la usamos pero puede que tengamos todavía botes de estos por casa o algún familiar o amigo, bien pues si cortamos una esponja en pequeñas porciones, las colocamos dentro del bote y echamos un chorro de quitaesmaltes tendremos siempre un kit de emergencia para quitarnos el esmalte de uñas en cualquier lugar. Estos botes son totalmente herméticos y podéis llevarlos en el bolso sin peligro a que se derrame el quitaesmaltes.

Esta idea tiene explotación comercial en diversos países y es muy fácil de hacer en casa, guardamos las cáscaras de las naranjas o limones que usemos para zumo, las limpiamos y hacemos un corte en en la parte inferior, para que se puedan quedar estables sobre una superficie plana, las rellenamos con helado y tenemos una forma original de servir un postre.

Esta idea es la típica del oficinista ocioso, cuando ya no sabes que hacer pasas el bloc de notas adhesivas por enmedio de las teclas y ¡eureka! descubres que la suciedad se pega en la parte engomada del bloc de notas. ¡Qué gran invento las notas adhesivas!

¿Tienes bolas de navidad, de las buenas, de aquellas clásicas de cristal? Sabes con qué facilidad se rompen, pues protégelas con envases de manzanas, huevos o cualquiera similar. Estos envases tan chulos son una pena desperdiciarlos y puedes proteger tu decoración navideña sin gastarte nada.

¿Guardar las bolsas de té usadas? También, no podéis imaginar para qué. Al menos en verano os serán muy prácticas, una bolsita de té usada y fría colocada sobre la picadura de un insecto te calmará rápidamente. También van bien para las quemaduras solares.

Rollos de cinta, de hilo, de cuerda, los aficionados a las manualidades saben que suelen ser un incordio, nunca encuentras el lugar perfecto para ellos. Pues aquí está, una simple percha para ropa es un estupendo lugar para tenerlas todas juntas, al menos las que más uses.

Los botes de yogures y demás postres envasados son ideales para usarlos como semilleros y germinadores. Son baratos, fáciles de usar, con sólo hacerles un pequeño orificio de drenaje en el fondo y rellenarlos de sustrato tendrás un baratísimo semillero para preparar tus cultivos de primavera.

¿Eres aficionado al vino y ya te has comprado un armario para conservar tus preciadas botellas? Y ahora no sabes que hacer con esos estantes para botellas de vino que tenías, pues sencillo los transformas en revisteros y listo.

Otro uso para los botes de rollos de película fotográfica, cortas una incisión vertical en la parte inferior del bote y tendrás un original dispensador de sellos. Esta idea tienen el encanto de los objetos y usos tan usuales hace bien poco y que ahora están desapareciendo, sellos y botes de película fotográfica. ¡Puro romanticismo!

Vía: realsimple.com