Esta propuesta encantará a todos aquellos que tengáis en la cocina un corcho para apuntar las cosas del día a día. Ahora podréis clavar las notas con moldes reales de vuestros pulgares, una divertídisima idea muy sencilla de hacer y que encantará a todos: a niños, a mayores… ¿Te atreves?
Materiales:
- Vasos de plástico.
- Pasta de alginato (lo puedes conseguir en tiendas online).
- Escayola.
- Palitos de madera.
- Chinchetas.
- Una lija fina o una lima de uñas.
- Pintura acrílica apta para piel.
- Un pincel fino.
- Cola de pegar (de la marca Mod Podge puede servir).
Añadimos la pasta de alginato en un vaso de plástico con un poco de agua y vamos mezclando la masa resultante con un palito de madera. Veréis que queda una mezcla rosada, donde tendréis que meter los pulgares (uno por cada vaso) durante unos 15 minutos. Con introducir el pulgar hasta el primer nudillo es suficiente.
No os preocupéis si empezáis a notar que la masa alrededor del pulgar empieza a endurecerse, ¡de eso se trata! La masa tendrá que endurecerse para adoptar la forma del pulgar.
Cuando notéis que la pasta ya está dura, sacad el pulgar con cuidado y, a continuación, introducís mezcla de escayola diluida en agua (lo podéis mezclar en otro vasito aparte).
Se vierte en el hueco dejado por el pulgar y se le añade una chincheta (dejando el alfiler por fuera).
Ahora se deja endurecer esta mezcla durante unos 15 minutos, aproximadamente. Podemos comprobar que está ya endurecido tocándolo un poco. Cuando veáis que esté, sacáis la figura de escayola que queda (¡un molde real de los pulgares, con uñas y todo!) con mucho cuidado y limáis un poco los bordes para quitar lo que sobre.
Lo pintáis con la pintura acrílica de color carne a vuestro gusto. De nuevo dejáis secar la pintura unos 10 minutos… ¡y ya tenéis listos vuestros pulgares para pinchar vuestras notas y dejar los recados! ¿No es una idea divertida?