Unas maletas vintage son fáciles y económicas de conseguir y resultan muy decorativas. Además con una de ellas podemos montar un práctico costurero para guardar nuestras herramientas de costura y trozos de telas para hacer esas manualidades que tanto nos gusta preparar.
Tendremos así unos bonitos objetos que decorarán nuestra sala de estar o nuestra habitación de trabajos y al tiempo tendremos recogido y ordenado todo el material relacionado con la costura. Si tenemos varias maletas podemos montar en ellas todo nuestro equipo de manualidades separado por temática. Una manera muy elegante de aprovechar los elementos de almacenamiento o al revés, los objetos decorativos.
Seguro que en cualquier tienda de segunda mano o en algún mercadillo de antigüedades podemos encontrar unas maletas antiguas a un precio muy contenido.
Materiales:
- Maletas viejas.
- Un cartón.
- Tela para forrar el cartón.
- Ojales de latón.
- Goma elástica.
- Pintura y masilla.
Sólo tendremos que limpiar nuestra adquisición y quitar el forro y demás elementos interiores que no nos interesen. Masillaremos el interior de la maleta si presenta alguna irregularidad y lo pintaremos. Enseguida tendremos nuestra maleta en condiciones para montar el costurero.
Cortamos un cartón, aprovechando cualquier caja de cartón, del tamaño de la maleta. Lo forramos con una tela bonita y colorida y practicamos orificios para colocar la goma elástica que sujetará los útiles de costura.
Para ello lo más práctico es disponer los distintos útiles de costura encima del cartón y marcamos los puntos donde debemos perforar.
Colocamos unos ojales de latón en los agujeros para que no se nos rompa la tela ni el cartón. Será además un acabado mucho más profesional y práctico. Pasamos los trozos de goma elástica por los orificios y hacemos un nudo en la parte trasera del soporte de cartón.
Colocamos los útiles de costura en su lugar y las telas con el alfiletero. En muy poco tiempo y sin apenas coste económico tendremos una preciosa maleta vintage convertida en costurero.