En casa hay trabajos sucios y trabajos que ensucian, limpiar el ventilador del techo es un trabajo sucio que además ensucia una barbaridad. Ese práctico aparato electrodoméstico que nos alivia el calor en los días cálidos del verano se pasa el resto del año acumulando polvo. La cantidad de polvo que se puede reunir en las aspas del ventilador es realmente desorbitado.
Pues se puede limpiar un ventilador de techo sin llenar la habitación de polvo y os lo vamos a desvelar. El método es muy sencillo y sólo necesitamos:
- Una funda de almohadón
- Una botella pulverizadora con agua y vinagre
- Una escalera
Y un elemento más que nunca está de sobra, una gorra o un pañuelo para el pelo por si se nos escapa la funda de la almohada y nos llenamos de polvo. Ahora en serio, esta tarea como todas aquellas que se realizan en altura tenemos que hacerlas siempre respetando las normas de seguridad que dicta el sentido común. Hay que subirse a algo, no, hay que subirse a una escalera bien abierta y en posición estable. Ni taburetes, ni muebles, ni demás artilugios. Ponemos la escalera bajo el ventilador, bueno un poco desplazada hacia un lateral para poder alcanzar los extremos de las palas. Pulverizamos un poco de agua mezclada con vinagre en el interior de la funda de la almohada e introducimos la pala en su interior, con cuidado retiramos el polvo que caerá dentro de la funda. Haremos lo mismo con todas las palas, buscando los trozos de funda que queden limpios. Normalmente con una sola funda de almohada se pueden limpiar todas las palas de un ventilador de techo. Luego sólo nos quedará repasar las palas con un trapo limpio y finalmente echar la funda de la almohada a la lavadora. Misión cumplida.