Una manera divertida y original de pintar unas macetas para que nuestras plantas luzcan más elegantes. Con este método de pintura podemos pasar una tarde bien entretenida con los niños. A ellos les encantará esta forma de pintar las macetas, se lo pasarán tan bien que querrán repetir la experiencia en más de una ocasión. La verdad es que también para los mayores es una forma diferente y lúdica de pintar, lejos de la preocupación por si se notarán las pinceladas o de si es mejor usar pincel o rodillo.
Además para pintar de esta manera podemos aprovechar todos los restos de pintura que tengamos en casa. Es una buena forma de gastar esa pintura que normalmente acaba degradándose. Vamos a ver cómo se hace.
Los materiales que se necesitan son:
- Pintura acrílica en colores surtidos.
- Macetas de barro.
- Un trapo viejo.
- Cartulina o una tela para recoger la pintura derramada.
- Un recipiente con agua.
Añadir una o dos cucharadas de agua en un frasco de pintura que no esté lleno. Agitamos y empezamos el vertido de la pintura sobre la maceta, previamente habremos puesto el trapo viejo debajo para no manchar. Con la cartulina o tela iremos recogiendo la pintura que después de correr sobre la maceta acaba en el trapo protector. Derramamos pintura por todo el borde inferior de la maceta que tenemos boca abajo.
Añadiremos pinturas de los colores que nos gusten. Se ha de notar que la pintura ha sido derramada. No debemos preocuparnos por si se cubre toda la maceta o no.
Cuando el resultado ya nos parezca satisfactorio dejaremos secar nuestra obra de arte particular. Este método de pintura deja un gran margen a la creatividad de cada uno. Con un par de días será suficiente secado. El tiempo de secado dependerá en realidad del lugar donde vivimos. A mayor humedad ambiente más tardará en secar. En cuanto haya secado bien, dejaremos un día más antes de plantar en las macetas.