Cuidado con los monstruos de pared, echarán bocado a todo lo que les acerquéis. Llenos de colorido adornarán las habitaciones infantiles y con su diente móvil sujetarán cualquier cosa que queráis colgar. Estos divertidos colgadores son una bonita actividad para realizar con los niños de la casa, diseñar su rostro, pintarlo será un entretenimiento que podéis compartir con vuestros hijos. De paso estaremos incitando a los pequeños a mantener su habitación ordenada.
Además de su utilidad para que los pequeños de la casa aprendan a mantener el orden y se vayan acostumbrando a guardar las cosas, estos colgadores monstruosos darán una nota de color muy llamativa a la habitación donde los pongamos.
El material que requieren estos colgadores es muy sencillo:
- Algunos recortes de madera, contrachapado o MDF.
- Pinzas de tender de madera.
- Una sierra.
- Pegamento.
- Lápiz.
- Pinturas.
Colocamos la pinza de madera y trazamos su perfil con el lápiz, ésta será la nariz del monstruo y alrededor dibujaremos el resto de la cara del monstruo. Cortamos la madera a la medida que deseemos.
Con un papel de lija suavizamos los bordes de la madera tras el corte.
Dibujamos la cara del monstruo a partir del trazo que hemos hecho al contorno de la pinza, ésta en su extremo inferior será uno de los dientes del monstruo y el resto su nariz. Así que dibujaremos la boca y los ojos del monstruo.
Pintamos la cara del monstruo con los colores que más nos gusten, colocamos la pinza y trazamos una línea que delimite la parte que es diente de la que es nariz. Pintamos el diente de color blanco y el resto de la pinza del color que más nos guste.
A continuación pegamos la pinza a la base de madera. Y ya tenemos nuestros monstruos preparados para lanzar mordiscos a diestro y siniestro. Sólo quedará montar el colgador en la pared y habremos acabado. Como sólo servirá para colgar objetos ligeros, con cinta adhesiva de doble cara podemos fijar el colgador a la pared.
Vía: mrprintables