Las velas, muchas velas, iluminan con una luz cálida y delicada. En algunas ocasiones nos gustaría disponer de suficientes candelabros y portavelas para crear un ambiente íntimo y relajado, incluso estando solos. Porque un poco de relajación a la luz de las velas nunca viene mal. Y si tenemos que preparar una cena íntima o alguna celebración especial, la luz de las velas siempre aporta un plus de interés. Estamos tan acostumbrados a la luz eléctrica, que estar a la luz de las velas nos abre algunos canales en nuestro cerebro que de normal los tenemos bloqueados.
Estos portavelas como veréis a continuación los puede hacer hasta un niño pequeño, así que no hay excusa posible para no hacerlos. Son fáciles y baratos a más no poder, algo realmente sencillo, ante lo que te dices: ¿cómo no se me habrá ocurrido a mí estos cacharros?, así que sin más vamos a ponernos manos a la masa.
Para elaborar estos sencillos candelabros necesitamos sólo unos pocos materiales y un poquito de tiempo, no mucho.
- Arcilla blanca de moldeado.
- Un cuchillo recto o redondo para pizzas.
- Un rodillo.
- Tapones de corcho o cualquier objeto que pueda actuar de plantilla, una vela por ejemplo.
En primer lugar amasamos la arcilla y la extendemos con el rodillo, a continuación cortamos unas tiras rectas de arcilla, cogemos el objeto cilíndrico del mismo tamaño que las velas que usaremos y enrollamos sobre él una tira de arcilla.
Sacamos el objeto con sumo cuidado para que el candelabro no pierda la forma, mojaremos un pincel con un poco de agua y sellaremos la parte superior del candelabro. Con cuidado y con muy poca agua, el pincel sólo debe estar húmedo apenas mojado. Los dejamos secar bien y ya podemos usarlos, también si queremos podemos pintarlos del color que más nos guste, o decorarlos con diversos motivos.
Vía: lefrufrublog
1 comentario
si es bueno esa idea de manualidades de arcilla y hasta tienen página