Tapizar paredes no es una ninguna técnica novedosa, al contrario, siglos de historia la contemplan. Hay diversas técnicas para tapizar una pared, pero todas tienen en común el uso de algún tipo de cola para adherir la tela sobre el revoque de la pared. Bien, pues en esta ocasión no se ha usado cola o al menos eso mantiene mi amiga Tanya. Ella vive en un piso de alquiler y como teme que no le devuelvan la fianza, si hace alguna reforma, decidió probar este método para cubrir con tela una pared de su cocina. Tanya tiene un gran problema con esa cocina, la odia. Siempre dice que es la basura de los 70.
Así que mi amiga se decidió por forrar con tela; bueno, tapizar es más correcto; el frontal de la cocina. A mí me parece un poco arriesgado, aunque para lo que come igual le da. Yo no la pondría nunca, mis fritos, mis guisos y hasta cuando hago una tortilla lo salpican todo. Después de cocinar, lo que sea, mi cocina parece un paisaje post- tsunami, agua, aceite, harina, líquidos y sólidos dispersos por todas partes. O sea, que la tela iba a experimentar un proceso mutante en cuanto me preparase un vaso de leche ¡con miel!.
Los material necesarios:
- Tela, de nuestra elección.
- Apresto o almidón.
- Una esponja.
- Un recipiente.
En fin, Tanya limpió a fondo la pared, hay que eliminar hasta el más leve rastro de grasa. La grasa y cualquier producto adhesivo no se llevan nada bien, y eso que la grasa es pegajosa ¡misterios de la química!. A continuación tomó las medidas del tramo de pared y cortó la tela que había elegido según dichas medidas. Como no era mucha la extensión de pared a recubrir pudo poner la pieza de tela entera y se evitó las horribles juntas.
Acto seguido recubrió la pared con apresto para tela, una buena capa para que quede toda la pared bien cubierta. Colocó la tela sobre la pared y la fue fijando con chinchetas, para que se sujetase. Después con la esponja fue dando otra capa de apresto sobre la tela, empapándola bien. Dejó secar por completo la tela, retiró las chinchetas y listo. Al parecer por las fotos que me ha enviado, la tela sigue en su lugar y mi amiga ¡asquerosamente flaca! como siempre.